Muchas marcas emprenden acciones locales con el fin de crear lazos con sus comunidades y mostrarse más accesibles y humanas. ¿Qué pueden hacer los negocios de muebles para estrechar su relación con la población de su barrio o su ciudad? Aquí van siete sugerencias para este “marketing de cercanía”
Apoyar y participar en iniciativas que encajen con la filosofía de la empresa. En todas las ciudades hay ferias, festivales, jornadas de puertas abiertas, etc que ponen en valor diferentes disciplinas del diseño, el arte, la industria, el comercio o el ocio. Una buena forma de integrarse en la vida de la ciudad es respaldar alguno de estos eventos.
El patrocinio puede ser financiero, logístico o de comunicación. O en lugar de patrocinar, ¿por qué no participar u organizar alguno de estos eventos?
Ceder mobiliario a otros negocios. Tu tienda no es el único hábitat para vender muebles. Piensa en aquellos comercios de tu ciudad a los que puedes ceder tus piezas de mobiliario. Restaurantes, hoteles y ciertas tiendas de barrio se convertirían en escaparates de tu marca, y seguramente resultaría más barato que la publicidad tradicional y el impacto sería mayor.
Tener detalles con los vecinos. Nos encanta ir a la tienda del barrio y que nos redondeen el precio a la baja o nos obsequien con una nadería. Lo mismo podemos hacer nosotros si tenemos una tienda de muebles. ¿Por qué no ofrecer un pequeño descuento o un detalle a los que residen en nuestro barrio? Es una excelente forma de fidelización.
Involucrarse en asuntos locales. Esta táctica es un arma de doble filo porque, si se hace mal, en lugar de estrechar lazos con la comunidad pueden romperse. Para empezar, hay que identificar qué necesidades existen en el barrio o en la ciudad que sean apoyadas por la mayoría de los vecinos, y sumarse a la causa. Por ejemplo, la creación de un parque, la limpieza de las calles, una mayor seguridad… El objetivo no es vender muebles, sino sumar fuerzas por el bien común.
Asociarse con otros comerciantes. No es casual que las marcas de lujo se concentren en las mismas calles. ¡La unión hace la fuerza! Asociándote con otros comerciantes, incluso si son competencia directa, estás impulsando el comercio de proximidad.
Contribuir a la formación de los jóvenes. No se me ocurre mejor manera de contribuir a la comunidad que fomentar la formación entre los jóvenes. Puede ser algo tan sencillo como ofrecer información sobre cursos ya existentes sobre carpintería, ebanistería o diseño, por ejemplo. También puedes crear tú los cursos o financiarlos en espacios ajenos. Si además de vender, también fabricas, ¿por qué no crear puestos para aprendices en tus talleres?
Conectar con comunidades lejanas. Otra forma de demostrar el compromiso con la sociedad es apoyar a comunidades desfavorecidas de otros países o continentes. Podemos estar hablando de ayudar a comunidades que producen madera de forma sostenible o que la trabajan de forma artesanal, por ejemplo. Si lo haces, no seas tímido e informa de tus actividades a los clientes porque ellos también podrían sumarse a la causa.
2 Comentarios
Esto de querer vincularse con la comunidad me despierta sentimientos encontrados. Me parece bien implicarse en el bien de la comunidad, pero ésta a menudo da la espalda a los comercios locales. En cuanto abre una gran superficie con precios bajos, vease ikea, la gente se lanza en masa a comprar allí sin reparar en las consecuencias que eso tiene para el resto de la industria.
Gracias por tu comentario. Precisamente una de las vías que tienen los pequeños negocios para hacer frente a la competencia de las grandes cadenas es estar más cerca de los consumidores, aportando un valor intangible, más difícil de evaluar pero sumamente valioso para muchos consumidores.